- Ayer hiciste un recorrido perfecto. ¡SIGUE ASÍ! Intenta no alterar ese equilibrio frágil. Anda de puntillas para no despertar las fieras que te rodean, ya que sabes como yo que son malas consejeras. La experiencia demuestra que es más fácil salir del buen camino que volver a él. Por lo tanto, si alguien te dice "por una vez, no pasa nada", dile que sí con los ojos, y NO con las manos y la boca. Lo conseguiremos, puede estar segura.
- En consecuencia: ¡queda prohibido apartarse del camino que he escogido!
- Estás atravesando una zona peligrosa. Observamos que tu motivación es tan débil que corre el peligro de esfumarse sin más. Hay que impedirlo a toda costa, para que resurja con fuerza. Para ello, tienes que retomar el contacto con el éxito. Completa como mínimo un día de gloria: evita cualquier desvío.
- Frente al grado "molesto" de frustración que señalas en tu informe, hay que tomar algunas medidas alimenticias: mejora lo de cada día dándote unos gustos que te puedes permitir sin complicarte la vida.
- A partir de ahora, estás trabajando a largo plazo; cuando sientas cansancio, piensa en los deportistas de alto nivel, los bailarines, los astronautas: para tener éxito, todos pasan por ese terrible esfuerzo de resistencia. Pero, ¡qué resultados consiguen y cómo nos deslumbran!
- Como les sucede a la mayoría de las mujeres, tu motivación es perder peso para recuperar tu hermosura y tu atractivo, tanto en la mirada de los demás como en la tuya. Se trata de una motivación potente. Nuestro modo de vida se ha alejado tanto del de los orígenes que la gran distancia que separa aquello para lo que estamos hechos y lo que hacemos con nosotros mismos genera una insatisfacción latente. Al vivir todos en el mismo acuario, no nos damos claramente cuenta de esta falta de desarrollo personal. Y ésa es la razón por la que engordamos: ¡para adaptarnos!
Extraido de: Pierre Dukan. Todos sus derechos reservados.
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