Bienvenid@ en Fase de Consolidación
En la consolidación, tu organismo y tú misma habéis realizado un esfuerzo prolongado, ya tienes tu recompensa. Pero ¡cuidado!, te amenazan dos grandes peligros: el exceso de celo y el triunfalismo.
El exceso de celo: un miedo excesivo a volver a engordar podría impedir que abrieras tu alimentación a unos alimentos que ahora son necesarios.
El triunfalismo: el peso que tienes ahora no te pertenece. Es como un animal salvaje que solo desea huir, y esta fase de consolidación debe servir para que lo domestiques.
Estás en el periodo del rebote: la fase de consolidación. Tu cuerpo ha adelgazado a la fuerza, pero su tendencia a engordar no solo no ha mermado, sino que se ha centuplicado. ¿Por qué? Porque al ver cómo saqueaban sus reservas, tu organismo redujo al mínimo sus gastos (energía, actividad física) y aumentó enormemente el provecho que saca de los alimentos. Estás en una fase de mucho peligro: un periodo en el que tu cuerpo, a la menor oportunidad, funcionará como una auténtica esponja de calorías, y cualquier desliz dará lugar a un incremento de peso inmediato y brutal. Hay que dejar que pase el tiempo.
¿Por cuánto tiempo seguirá el rebote al acecho?
Diez días por kilo perdido: éste es el tiempo que necesita el peso para consolidarse. Pasado este periodo, el peso no se habrá estabilizado, sino que dejará de ser tan amenazador, porque tu cuerpo habrá entendido que ya se ha acabado el saqueo de sus reservas.
Tu fase de consolidación empieza hoy mismo. Pero ¡cuidado!, esta fase ya no es una dieta adelgazante.
¿Qué cambia en la consolidación?
Todo lo que te estaba permitido hasta ahora (en las fases de ataque y crucero) sigue totalmente en vigencia. A eso llamo “la base”, de la que siempre podrás echar mano A VOLUNTAD.
Además hay algunas novedades: a continuación está la lista de los alimentos que podrás incorporar desde hoy.
La fruta la podrás escoger entre todas las del mundo, salvo las 4 siguientes: el plátano, la uva, la cereza y el higo. Sin embargo, éstas pueden formar parte de una comida de gala (así, pues, no hay nada que se prohíba por completo para siempre).
Les 2 rebanadas de pan integral: de las que corta el panadero. Si eliges otro pan, intenta quedarte con el rústico, el de cereales, pero sobre todo descarta el pan blanco o el tipo brioche.
Los 40 g de queso: intenta que no sobrepase los 40 % de M.G. Si encuentras un queso que te guste con 30%, pasa a 50 g; con 20 %, pasa a 55 g y con 10 % pasa a 60 g.
Los feculentos: ¡tienes mucho en donde escoger! Lo mejor es la pasta integral, que es rica y consistente en la boca. Nada de aceite ni mantequilla, sino una buena salsa de tomate casera y… ¡un toque de parmesano! También puedes dejarte seducir por la sémola, las lentejas, los guisantes… no vaciles en consultar el libro de recetas que encontrarás en tu piso de adelgazamiento para que te sugiera menús.
Las comidas de gala:desayuno, comida o cena… tú eliges el momento, siempre que dejes pasar el tiempo suficiente entre cada una. Podrás consumir todo tipo de alimentos, pero por unidades: un entrante, un plato, un postre o un queso, un aperitivo o una copa de vino. De todo en buena cantidad, pero UNA sola vez sin repetir.
El jueves de proteínas: es el seguro de tu fase de consolidación. Cada jueves tienes que seguir un día de proteínas puras. Ese día equivale a una fase de ataque muy breve, en la que podrás comer, siempre a voluntad, los alimentos de las 7 categorías de proteínas alimenticias más puras.
Está bien adelgazar rápidamente, pero resulta indispensable consolidar el Peso Justo.
En esta fase de consolidación, recuerda siempre que más del 90% de las personas que siguen una dieta vuelven a engordar. Estoy seguro que tú no serás una de ellas: ¡lo tienes todo para salir adelante!
¡Ánimo! Estoy a tu lado y seguiré ahí.
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